El día 19 de marzo, 25 hermanas se consagraron de modo definitivo a Nuestro Señor mediante la profesión perpetua de los consejos evangélicos
Dice Tomás de Kempis en su libro de “La Imitación de Cristo”: “Déjalo todo y lo hallarás todo”[1]. Así han hecho, en efecto, 25 hermanas de nuestro Instituto, que el 19 de marzo –Solemnidad de San José- se han consagrado de modo definitivo a nuestro Señor Jesucristo mediante la profesión perpetua de los consejos evangélicos: castidad por el Reino de los Cielos, pobreza, manifestando que Dios es la única riqueza verdadera del hombre, obediencia hasta la muerte de Cruz y consagración a María en materna esclavitud de amor[2].
Las hermanas que realizaron su profesión religiosa perpetua son las siguientes:
En Argentina:
1. María Solaz de Jesús Almirón misionera en Argentina
2. Maria del Magnificat Annencchini misionera en Argentina
3. María de la Constancia Altamirano misionera en Argentina
4. Maria Gaudium Ecclesiae Ávila misionera en Argentina
5. María Amada de Dios Cabaña misionera en Argentina
6. María Misionera de la Cruz Colombo misionera en Argentina
7. María de Einsiedeln Heredia, misionera en Francia
8. María Virgen de la Lucila Bruno, misionera en Italia
9. María del Monte Carmelo Martínez, misionera en Holanda
10. María Felicitas Dei Martínezmisionera en Egipto
11. María Arabell Ibañez misionera en Túnez
12. María Virgen del Prado Bravo misionera Argentina
13. Maria Fons Vitae Juillerat misionera Argentina
14. Maria de la Vera Cruz Sacheri misionera Argentina
En Brasil:
15. Maria Virgo Flos Carmeli da Silva misionera en Brasil
16. María de Cristo Melo misionera en Francia
En Perú:
17. Myriam Hesed Pauccar misionera en Perú
18. Maria Scala Caelestis Ticona misionera en Perú
19. Maria Mater Spei Martínez misionera en Perú
20. Maria Sponsa Iusti Ioseph Choquemamani, misionera en Egipto
En Ecuador:
21. Maria Dulcis Hospes Animae González misionera en Egipto
22. Maria Sponsa Regis Barzolamisionera en Ecuador
23. María de los Reyes Murquincho misionera en Ecuador
24. María Rosario de la Peña Angamarcamisionera en Perú
En Italia:
25. Maria Ancilla Humilis Correia de Barrosmisionera en Papúa Nueva Guinea
Dice un documento de la Sagrada Constitución para los Institutos de vida consagrada que “los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, vividos por Cristo en la plenitud de su humanidad de Hijo de Dios y abrazados por su amor, aparecen como un camino para la plena realización de la persona en oposición a la deshumanización, un potente antídoto a la contaminación del espíritu, de la vida, de la cultura; proclaman la libertad de los hijos de Dios, la alegría de vivir según las bienaventuranzas evangélicas”[3]. Damos gracias a Dios por el preclaro testimonio y entrega generosa de estas hermanas, que predican con sus vidas la existencia de aquella Vida que no tiene ocaso.
Encomendamos a San José, Custodio de las Vírgenes y a María Santísima, Madre y Reina de los Consagrados, la santidad y perseverancia de estas hermanas.
[1]Imitación de Cristo, c.32
[2]Cf. Constituciones 257 (fórmula de profesión perpetua)
[3]CdC, 13.(Sagrada Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica, Caminar desde Cristo (un renovado compromiso de la vida consagrada en el tercer milenio), 19 de mayo de 2002.)