[A]lgunos —precisamente las personas consagradas— pide un compromiso total, que comporta el abandono de todas las cosas (cf. Mt 19, 27) para vivir en intimidad con Él y seguirlo adonde vaya (cf. Ap 14, 4) (Vita Consecrata, 18).
Primero y sobre todo, damos gracias a Dios por estas dos hermanas que pudieron hacer su profesión perpetua, Hna. María Inmaculada Eucarística de Ecuador y Hna. María Cáliz de la Alianza Nueva y Eterna de España. Estas dos hermanas han hecho libremente una oblación de todo su ser a Dios profesando los votos de castidad obediencia, pobreza y consagración a María para siempre. Además, con la gracia de Dios se comprometen no ser esquiva a la aventura misionera, para inculturar el evangelio en la diversidad de todas las culturas, para prolongar la Encarnación del Verbo (Const. 254).
Pidamos a la Santísima Virgen María que proteja y guarde a la Hna. María Inmaculada Eucaristía y Hna. María Cáliz de la Nueva y Eterna Alianza para su Hijo Jesucristo.