“Por esta esclavitud de amor, no sólo ofrecemos a Cristo por María nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestros bienes exteriores, sino incluso nuestras buenas obras, pasadas, presentes y futuras …” (Constituciones, 84)
En honor a la Santísima Virgen de Luján el 8 de mayo, en la Basílica Santa María la Mayor (Roma), el Padre Gustavo Nieto, Superior General del Instituto del Verbo Encarnado, hizo un voto en acción de gracias por todas las vocaciones que esta Benigna Madre ha concedido a nuestra pequeña Familia Religiosa. Nos reunimos en la Basílica para la celebración de la Santa Misa en la cual, el Padre Nieto, en nombre de toda la Familia Religiosa, hizo voto a la Santísima Virgen de Luján de construir un Santuario en su honor en Tajikistán, prometiéndole también la fundación de un Monasterio de vida contemplativa masculina en Papúa Nueva Guinea y otro de vida contemplativa femenina en Tajikistán. Como símbolo de estos tres votos y para manifestar en cierto modo públicamente nuestro amor filial a María Santísima de Luján, se ofrecieron trescientas rosas blancas, expresando también de este modo nuestra gratitud por cada una de las vocaciones que hemos recibido en este último año, pues providencialmente entre ambos Institutos sumaron trescientas las nuevas vocaciones. El voto, las tres promesas, el ofrecimiento de las rosas, junto con los votos perpetuos de los tres seminaristas que dentro de muy poco serán ordenados diáconos, fue motivo de inmensa alegría para los que estaban presentes y para el Instituto entero.
Después de la Santa Misa, todos fueron invitados a la celebración que se llevó a cabo enun salón dela Universidad Pontificia de Santo Tomás (Angelicum) donde pudimos festejar con toda la Familia Religiosa. Este día de singular importancia fue celebrado con gran alegría y entusiasmo, en agradecimiento por todos los beneficios que hemos recibido a través de las manos de Nuestra Madre Amadísima, y llenos de confianza en su maternal asistencia que nos acompaña en la obra que nos ha sido encomendada.