Mi salvación se irá transmitiendo por generaciones de generaciones (Is 51, 8)
El pasado viernes 7 de Octubre, día en que se celebra a la Virgen del Rosario, conmemorando la Victoria de las tropas cristianas en Lepanto, tres Sacerdotes del IVE (P. Martín Villagrán, P. William Duraney y P. Tobias Eibl) tomaron posesión de un Santuario en Alemania, situado en un monte a cuyos pies se extiende la ciudad de Neumarkt in der Oberpfalz, Baviera.
La Santa Misa, presidida por el Obispo del lugar, Mons. Gregorio Maria Hanke, contó con la presencia de Sacerdotes y religiosos de los alrededores así como de laicos vinculados con el Santuario. Un numeroso grupo de Servidoras provenientes de la Provincia de Europa del Norte y de Italia, tuvimos la gracia de ser testigos de este importante momento.
Aprovechando el viaje, visitamos la ciudad de Eichstätt, sede de la Diócesis y del Seminario en el que fueron recibidos nuestros Sacerdotes durante los meses en que aprendieron la lengua. Además de ser una ciudad muy pintoresca, es notable por ser sede de la Universidad Católica (única en Alemania) y además destaca en ella la presencia de numerosas iglesias católicas. Allí pudimos visitar las tumbas de San Willibaldo, obispo fundador de la diócesis, y de Santa Walburga, Abadesa de fines del 700, pertenecientes a una familia de Santos (sus Padres, san Ricardo y santa Wuna, y su hermano san Wuniblado, parientes todos de san Bonifacio).
También pudimos visitar el campo de concentración de Dachau, donde sufrieron atrozmente y murieron, entre otros, numerosos Sacerdotes.
Una obligada visita por la capital de la región, Munich (Mónaco de Baviera), nos permitió enriquecernos con la belleza indescriptible del lugar
Ya emprendiendo el regreso a Italia, nos detuvimos a rezar en la tumba de la mística alemana Santa Ana Schäffer
Luego, entrando en Austria, visitamos brevemente la preciosa ciudad de Innsbruck, capital del Tirol, a los pies de los Alpes.
Dios en su infinita Providencia transmite su salvación a todos los hombres, valiéndose de cada uno de nosotros como instrumentos en esta misión de misericordia. ¡Cuántas almas atraerá Dios sobre esta colina, en donde la presencia de la Santísima Virgen hace visible de un modo especial la misericordia divina! Encomendamos esta nueva misión de nuestros sacerdotes para que ellos sean fieles y fecundos sacerdotes en el lugar que Dios les confió.