Querida Familia Religiosa:
Queremos comunicarles que hoy, 22 de marzo a las 12:05 horas de Italia, ha fallecido nuestra querida Hermana María del Corpus Domini.
Esta mañana el P. Tomás Tymchiy, IVE, celebró la Santa Misa en el pasillo de la habitación de Corpus, donde participó, junto con ella, la comunidad del Monasterio, la hermana María Narek, quien la asistió como enfermera en sus últimos días, sus padres, y la Madre María de Jesús Doliente. Durante la Santa Misa ella pudo recibir la Santa Eucaristía. Al final de la Misa, el Padre le impartió el sacramento de la Unción de los enfermos, con la indulgencia plenaria. Luego de esto, la comunidad rezó junto a ella la Coronilla de la Divina Misericordia y mientras se recitaba por última vez Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero, Corpus expiró serenamente.
Ayer, 21 de marzo, María del Corpus Domini celebró sus bodas de plata de consagración religiosa. Por este motivo el domingo anterior, 19 de marzo, tuvimos en el Monasterio una hermosa ceremonia para dar gracias a Dios junto a ella por este aniversario. Si bien Corpus no pudo estar presente en la Iglesia, dado que ya se encontraba con muchos dolores y muy débil, pudo participar de la Misa desde su habitación con conexión vía Skype. Por este medio, ella realizó su renovación de la fórmula de consagración, de modo que todas las personas que se encontraban en la Iglesia pudieron escucharla. Además de los religiosos, participó un gran número de personas allegadas al Monasterio que con mucho afecto acompañaban a Corpus estos días con sus oraciones. Durante la Santa Misa mucha gente se acercó a la Confesión, cosa que Corpus había deseado y preparado.
Fue una hermosa fiesta en un clima de gran alegría, con lo cual Corpus gozaba especialmente, ya que deseaba que se celebrara el don de la perseverancia en la vida religiosa con mucha alegría.
Estos últimos días que Corpus pasó en el Monasterio fueron una gracia para todos, especialmente para su comunidad, ya que se la veía siempre muy serena y alegre a pesar de los grandes dolores y malestares que aumentaban día a día. Era muy edificante sobre todo escucharla hablar con suma naturalidad del Cielo, la Eternidad, las Bodas eternas con el Cordero que espera toda esposa de Cristo, su deseo de ir allá pronto, etc.
Ella misma había pedido pasar los últimos momentos de su vida en el Monasterio, donde quería morir, por lo que los médicos le habían concedido esta posibilidad, con asistencia especial domiciliaria, constatando que ya no había más posibilidad de ayuda en el hospital. Solo quería rezar y estar en compañía de las hermanas y fue así como pasó los últimos días, ofreciendo sus dolores por la Familia Religiosa. Además, organizó ella misma su Misa de funeral, la cual, como buena liturga, preparó con gran delicadeza y esmero, hasta en los mínimos detalles.
Damos gracias a Dios por haber dado a María del Corpus Domini a nuestra Familia Religiosa, por su fidelidad, perseverancia y por su muerte ejemplar. Rezamos para que su alma esté ya gozando de las Bodas eternas del Cordero, como ella tanto esperaba.
Pedimos especiales oraciones por el consuelo y fortaleza de los padres y los hermanos de Corpus, quienes la han acompañado también con admirable cercanía y resignación.
En unión de oraciones.
M. Mary of the Sacred Heart
Vicaria General
Carta de edificación de la hna. Maria del Corpus Domini Valle |