Las Servidoras (SSVM) y el Institute of the Incarnate Word (IVE) - La Fiesta de San Juan Pablo II en Italia

FIESTA DE SAN JUAN PABLO II EN ITALIA

“En nombre de Cristo queremos constituir una familia religiosa en la que sus miembros estén dispuestos a vivir, con toda radicalidad las exigencias de la Encarnación y de la Cruz, del Sermón de la Montaña y de la Última Cena. Donde se puedan vivir los anonadamientos de Nazaret y del Calvario, donde se entre en las confidencias del Tabor y de Getsemaní. Donde se experimente la paternidad del Padre, la hermandad del Hijo y la inhabitación del Espíritu Santo, amándonos de tal manera los unos a los otros por ser hijos del mismo Padre, hermanos del mismo Hijo y templos del mismo Espíritu Santo, que formemos un solo corazón y una sola alma”. (Const. n. 20)

El día 22 de octubre, tuvimos la gracia de unirnos desde la Basílica de San Pedro en Vaticano, a los festejos de toda la Congregación en honor del amado Padre de nuestra Familia Religiosa: San Juan Pablo II, el Papa Magno.

Las Servidoras (SSVM) y el Institute of the Incarnate Word (IVE) - La Fiesta de San Juan Pablo II en Italia

La Santa Misa fue presidida por el P. Carlos Walker, Superior General del I.V.E, de la cual participaron gran cantidad de miembros de nuestra Familia Religiosa: de las casas generalicias y provinciales de ambos Institutos, seminaristas menores y mayores, novicios, novicias, aspirantes, junioras, a quienes se unieron gran número de fieles y peregrinos. La ceremonia fue solemnizada por el Coro “Totus Tuus” de la Provincia de Italia.

En el marco del Sínodo de los Obispos para la Familia, el Padre Walker resaltó algunas ideas del Papa Magno en relación a la familia, a la cual el Santo se dedicara con incansable celo pastoral durante todo su ministerio, por lo cual es recordado –como fuera también su deseo- como el “Papa de la Familia”.

Luego, hizo referencia a una imagen usada por Santo Tomás, de la familia como “útero espiritual”, la cual aplicó análogamente a nuestra querida Familia Religiosa que nos engendró a la vida espiritual. Subrayó que el amor a la Familia Religiosa se funda en razones profundamente teológicas, testimoniadas por nuestros misioneros y misioneras en todo el mundo, y resaltó como la fuerza de la Congregación se debe en gran parte, a la oración y al compromiso apostólico de las familias de sus miembros.

Luego de un tiempo de oración ante la tumba de San Juan Pablo II y posterior almuerzo festivo en “Castel Sant`Angelo” realizamos una pequeña peregrinación por algunas iglesias de Roma, bajo la guía de la hermana María José.

Agradecemos a Dios por haber concedido a la Iglesia al Papa San Juan Pablo II, de quien con inmensa alegría nos llamamos “hijos”.

Pedimos al Santo interceda por nuestra Familia Religiosa para que el Señor nos bendiga con santas y abundantes vocaciones, capaces de dar la vida por amor a la Madre Iglesia y a la Congregación.

Viva la Iglesia! Viva la Congregación! Viva San Juan Pablo II!