Instituto del Verbo Encarnado - Solemnidad de la Anunciación del Señor

Instituto del Verbo Encarnado – Solemnidad de la Anunciación del Señor

“El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la Encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida. Lo cual se cumple de modo eminentísimo en la Madre de Jesús por haber dado al mundo la Vida misma que renueva todas las cosas y por haber sido adornada por Dios con los dones dignos de un oficio tan grande”[1].

En esta Solemnidad de la Anunciación del Señor nos unimos a todos ustedes en la acción de gracias por este trigésimo segundo año de fundación del Instituto. “Basados en el misterio de la Encarnación, obrado por el Espíritu en María Virgen, debemos cantar siempre las misericordias de Dios”[2].

La Virgen Santísima con su “sí” incondicional dado a Dios hizo posible la Encarnación del Verbo Divino, “misterio primero y fundamental de Jesucristo”[3]. A Ella nos dirigimos confiados, pidiendo que interceda por cada uno de los miembros de nuestra Familia Religiosa del Verbo Encarnado, a fin de que nos obtenga la gracia de perseverar en la vocación y de trabajar para prolongar la Encarnación de Cristo en todo lo auténticamente humano.

En Cristo y María Santísima.

 


[1]Lumen Gentium, 56

[2]Constituciones, 39

[3]Constituciones, 40