Primera Reunión de Vida Monástica de las Servidoras

Primera Reunión de Vida Monástica de las Servidoras

Primera Reunión de Vida Monástica de las Servidoras - El Santo Rosario en San PedroDesde el domingo 24 de mayo, solemnidad de Pentecostés hasta el domingo 31, dedicado a la Santísima Trinidad, tuvo lugar la reunión de contemplativas en la Casa Procura de nuestro Instituto en Roma. La participación en la Misa solemne en la Basílica de San Pedro del día 24 y del Santo Rosario en los jardines vaticanos el domingo 31, le ha dado la nota de fidelidad al Papa, que quiere caracterizar siempre toda nuestra vida consagrada.

Primera Reunión de Vida Monástica de las ServidorasLas participantes fueron todas las prioras y una hermana de cada comunidad de los 10 monasterios que, por gracia de Dios, se han fundado a lo largo de estos casi 25 años de vida monástica. Se contó también con la presencia del Consejo General.

Las exposiciones estaban articuladas de tal modo que se tocaron los temas fundamentales de la vida contemplativa, dando lugar a preguntas y debate posterior: vida religiosa y espíritu de los votos, oración, silencio y soledad, clausura, formación, vida comunitaria, apostolado monástico, entre otros; todo desarrollado en un cálido espíritu de familia, alegría y confianza mutuas.

Todos los temas tratados han sido además, un importante material de estudio que se deberá seguir profundizando en vistas al próximo Capítulo General Ordinario del 2016.

Primera Reunión de Vida Monástica de las Servidoras con Mons. ErbaDurante los días de conferencias tuvimos también la gracia de contar con la visita de Mons. Andrea Maria Erba, quien nos edificó con sus palabras y ejemplo.

Por gracia de Dios, pudimos realizar una peregrinación a Turín, para venerar la Sábana Santa, expuesta en la Catedral, y rezamos ante algunos santos que han sido y son fuente de inspiración para nuestra familia religiosa: San Juan Bosco, San José Benito Cottolengo, etc.

Damos gracias a Dios por medio de la Santísima Virgen, por estos días de profundización en el conocimiento y amor del misterio de Dios Uno y Trino que llama a las almas a participar de su vida y de su misión en la Iglesia y en el mundo, mediante la vocación religiosa claustral. Que la Virgen acoja el trabajo realizado y otorgue los frutos que la Providencia ha dispuesto para nuestra familia religiosa a través de la oración y sacrificios de nuestras hermanas contemplativas.